martes, 7 de agosto de 2012

Harta de prejuicios

Estoy harta de los prejuicios. No entiendo como existe gente tan antigua, como para pensar de esa forma. Desde aquí les digo que se quiten esas vendas, que verán mucho mejor, se lo aseguro. No entiendo como la gente pone etiquetas sin conocer. Como por ejemplo: si eres delgada, no comes y eres anoréxica; si estás rellenita, comes mucho y eres una foca; si no te enrollas con nadie, eres una retraida; si te enrollas con uno, ya eres un putón; y lo peor: si te gusta un grupo, ya eres solo y exclusivamente fan de ese grupo. ¡PUES NO! Se puede ser fan de muchos grupos a la vez, aunque no sean del mismo tipo de música. Si escuchas rock, eres heavy y emo; si te gusta el negro, eres gótica; si te gusta vestir bien, eres una pija. Si te gusta Demi Lovato, Selena Gómez, Miley Cyrus, Jonas Brothers, One Direction y un laaaaargo etcétera, eres infantil. Pues, desde aquí le digo a toda esa gente "prejuiciosa" que hay que ver más allá de la imágen y de que todo el que viste bien no es pijo, no todos los góticos son serios y retraidos, y de que a la gente no solo le gusta un tipo de música en concreto. 

Caminos desviados

Gente con las que has crecido. Personas que te han cambiado la vida, con las que has compartido mogollón de cosas, que, te lo pagan dentro de unos años, pasando olímpicamente de ti. Gente que en un abrir y cerrar de ojos cambia como el día y la  noche. Que te trata en segundo plano como si fueras un extraño. Ves desde tu camino a la otra persona, y te preguntas como ha podido pasar. Cada vez aplazan tus planes contigo y cambian de amigos. 
Y un día, llegan. Llegan personas que, a pesar de conocerles de muy poco, te sientes como si los conocieras desde siempre y te cambian la vida. Poco a poco te olvidas de la otra persona. Dejas de lamentarte de que habrá pasado y dices: "A vivir que son dos días", y te sacan una sonrisa de oreja a oreja.